Deja que te desmonte un mito. No somos racionales al comprar. De hecho está demostrado que el 85% de las decisiones de compra son irracionales. Y entonces, ¿Qué es lo que compramos? Compramos emociones.
El término neuromarketing se refiere al uso de la ciencia de la mente para medir el impacto de la publicidad y el marketing en el consumidor. Durante décadas, las marcas han tratado de meterse en las mentes de los consumidores y por ello han confiado en técnicas tradicionales: preguntarles lo que pensaban en grupos o mediante encuestas. Pero a veces la boca miente; los hechos no.
Por eso ahora las marcas buscan “despertar y activar” emociones. Y lo hacen apelando a nuestra parte sensorial del oído, del gusto, del olfato, para atraernos hacia la decisión de compra. Incluso invocan nuestros recuerdos de infancia ya que solemos recordar el pasado de forma positiva como mecanismo de superviviencia. Esa “dulce emoción” pasada se reproduce en el presente e induce a la decisión de compra.
Las técnicas de neuromarketing se basan en cómo piensan y deciden los seres humanos, lo que implica procesos cerebrales de los que nuestras mentes conscientes, no son conscientes. Cuando se combinan con diseños y procedimientos experimentales de sonido, estas nuevas técnicas proporcionan información sobre las decisiones y acciones de los consumidores que son invisibles a las metodologías tradicionales de la investigación de mercados. No se trata de un nuevo tipo de marketing, el neuromarketing es una nueva forma de estudiar el marketing. Estas son las principales áreas en las que se utiliza el neuromarketing en la actualidad:
Branding: Las marcas son ideas en la mente que se nutren y hacen fuertes de las conexiones que establecen con el consumidor. El neuromarketing proporciona técnicas para medir estas conexiones.
Diseño e innovación de productos: El neuromarketing mide la respuestas de los consumidores a ideas de productos y diseños de packaging que son automáticos, emocionales e inconscientes.
Publicidad: Mucha publicidad nos impacta de forma no consciente, aunque no pensamos que lo haga. El neuromarketing nos explica cómo.
Toma de decisión de los compradores: Los entornos de la tienda influyen directamente en cómo los compradores deciden y compran, y no es un proceso lógico.
Experiencia Online: El mundo online ofrece nuevos desafíos a nuestras mentes. El neuromarketing muestra las muchas formas en que podemos ser sutilmente influenciados a medida que navegamos por la Red.
Eficacia de entretenimiento: El entretenimiento crea experiencias en las mentes de las personas que pueden influir en las actitudes, preferencias y acciones. El neuromarketing muestra lo que sucede cuando el entretenimiento nos transporta a un mundo imaginario.
El neuromarketing utiliza una variedad de herramientas y técnicas para medir las respuestas y el comportamiento de los consumidores. Éstas incluyen desde enfoques relativamente simples y baratos, como el rastreo ocular (medición de los patrones de la mirada), el análisis de las expresiones faciales y los experimentos de comportamiento (por ejemplo, ver cómo los cambios en los productos afectan las opciones del consumidor), a enfoques más complejos basados en la medición de sensores como la biométrica que mide la transpiración, la respiración, la frecuencia cardiaca y el movimiento facial, así como la neurometría, que mide la actividad eléctrica y el flujo sanguíneo en el cerebro.
